Hace 2 meses | Por imparsifal a elconfidencial.com
Publicado hace 2 meses por imparsifal a elconfidencial.com

Pasado este tiempo y con la novela ya leída, desde la propia Amical no se han mostrado tan entusiastas con el libro. “Es un libro asqueroso, repugnante”, asegura tajante Margarita Catalá, hija de Neus Catalá y presidenta del Amical de Ravensbrück, en declaraciones a El Confidencial, uno de los pocos medios que no se hizo eco de la novela.

Comentarios

Feindesland

Esta gente debería leer a Hannah Arendt y dejarse de mierdas...

O A Primo Levi.

Porque una cosa es ser víctima y otra hacer un circo. Y nunca e slo mismo. Nunca.

Tieso

Aquí lo explican en detalle, acojonante el mercado literario español https://www.jotdown.es/2024/03/un-nuevo-caso-enric-marco-el-barracon-de-las-mujeres-de-fermina-canaveras/

Battlestar

A ver si me entero, han pillado un cabreo monumental porque un libro que venden como "la verdadera historia" de alguien, resulta que está lleno de imprecisiones, medias verdades, inexactitudes, datos erróneos e incluso mentiras...me pinchas y no sangro.
Pues como se pongan a ver series de netflix... lol

rogerius

Hay transfondo legal; disputa entre editorial y autora, y entre editoriales.

«…llegó a vender mil ejemplares, una cifra muy alta para una editorial pequeña, desconocida, sin fuerza para promociones más allá de las presentaciones y una autora también primeriza.
Pero ahí comenzaron los problemas. “Ella vio el dato, intentó rescindir el contrato, que era de cinco años, hasta 2026 y como no pudo envió un burofax, después demandó a la editorial y como fue desestimada se lo dio directamente a Planeta [Espasa pertenece a este grupo] incurriendo en un acto ilegal por lo que la denuncié. Y en esto es responsable tanto ella como Planeta”, comenta Camacho, que asegura sentirse dolida, porque su autora “siguió vendiendo la novela como si nada”. Ante esta cuestión Cañaveras sostiene que lo que le pasó a Planeta fue una edición “ampliada”. Por su parte, la editora constata que se trata exactamente del mismo texto y que ella mantiene los derechos de explotación. Un asunto que ahora tendrá que dirimir la justicia. El otro cae del lado de la conciencia.»