"Casi todo en la vida es relativo. ¿Por qué digo eso? Voy a tratar de explicarme y a buen seguro que quienes lean estas líneas y tengan bastantes" Maldonado hace una reflexión sobre las formas de soportar el calor antaño, y lo cómodas que hemos transformado nuestras vidas en la actualidad.
Y no solo eso: las casas, aunque pobres, estaban adaptadas a su región: al norte mas oscuras, al sur, mas blancas. Las casas mas pudientes de dos plantas y con patio interior hacían doble vida, lo que llama "soberao" no es mas que vivir arriba en invierno, lejos del suelo y trasladar toda la vida a la planta baja en verano, lejos del techo. Lo que viene siendo domótica pero a la antigua.
Ahora somos pijísimos, pero en casa de mi bisabuela las ventanas teían un entramado de madera que dejaba pasar la luz, pero no el calor. A las 2 de la tarde se cerraban ventanas y se volvían a abrir a las 6 o 7, cuando refrescaba; y asi mil y una cosas que hacia la gente para sobrellevar el verano.
La suerte que tenemos ahora es que el autor ,si quiere, puede ponerse a dormir en un patio como el de su abuela. En aquella época no tenían la opción de ponerse el aire acondicionado en la habitación y evitar que te frieran los mosquitos a picotazos en el puto patio.
Comentarios
Y no solo eso: las casas, aunque pobres, estaban adaptadas a su región: al norte mas oscuras, al sur, mas blancas. Las casas mas pudientes de dos plantas y con patio interior hacían doble vida, lo que llama "soberao" no es mas que vivir arriba en invierno, lejos del suelo y trasladar toda la vida a la planta baja en verano, lejos del techo. Lo que viene siendo domótica pero a la antigua.
Ahora somos pijísimos, pero en casa de mi bisabuela las ventanas teían un entramado de madera que dejaba pasar la luz, pero no el calor. A las 2 de la tarde se cerraban ventanas y se volvían a abrir a las 6 o 7, cuando refrescaba; y asi mil y una cosas que hacia la gente para sobrellevar el verano.
Ahora con Phillips, todo esto no pasa.
#1 Sí, pero no creo que se pueda seguir viendo el cielo tan bien como entonces
#1 y más al lao del río
La suerte que tenemos ahora es que el autor ,si quiere, puede ponerse a dormir en un patio como el de su abuela. En aquella época no tenían la opción de ponerse el aire acondicionado en la habitación y evitar que te frieran los mosquitos a picotazos en el puto patio.