Hasta la revolución francesa y la proclamación de los derechos humanos la brutalidad del poder era total, la tortura era legal y la nobleza tenía unos privilegios absolutos, la sociedad se componía de castas inamovibles hasta el punto que alguien podría tener problemas por el simple hecho de vestir alguna prenda de ropa que no se correspondiera con su posición social.
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Los jueces, la policía, la mayoría de empresarios, la mayoría de medios de comunicación, el ejercito, ...¡anda¡ como en la dictadura, peor aún porque entonces los estudiantes, al menos en la universidad, eran de izquierdas así como la gran mayoría de intelectuales y gente de la cultura.